Hablemos de herramientas de seguridad

Persona tirando dados jugando un juego de rol en solitario

Desde hace ya muchos años, la mención de herramientas de seguridad genera controversia y problemas con discusiones que raramente acaban bien. ¿Qué nos estamos perdiendo?

La seguridad no debería ser un tema particularmente polémico. Medidas de seguridad existen en todas partes. Desde aparatos eléctricos, ascensores, nuestros lugares de trabajo… hasta para cruzar las calles tenemos medidas de seguridad.

Y, sin embargo, cuando alguien habla de aplicar medidas de seguridad en los juegos de rol, no parece que haya forma de llegar un consenso.

Por una parte, si las usas, hay gente que te va a acusar de «woke” (eso para otro artículo, que también tiene su miga). Si no las usas, hay gente que te pondrá de violinizador para arriba (exacto… también hay para otro artículo porque eso es un melón).

Dejaré clara mi postura: las herramientas de seguridad son necesarias a veces y la única que es necesaria siempre es el sentido común. Pero, como siempre, este sentido es el que menos se practica.

Y hay medidas de seguridad en todas las partidas. Todas. Sin excepción.

Moléstate al leer eso si quieres. Allá tú, pero sugiero (humildemente, por supuesto) que termines de leer esto porque igual hasta te gusta.

El sentido común es lo que hace que uno no juegue a una partida de Kult sin filtros con niños. O que evite escenas abiertamente sexuales si hay menores. El sentido común es lo que hace que no metamos elfos en la partida habitual de La Llamada de Cthulhu.

El sentido común es lo que hace que, si estás en unas jornadas y se acercan un grupito de 10 años a jugar una partida de tu juego hiper violento, consultes con los padres o, directamente, les digas que no es una partida que puedan jugar.

El sentido común es lo que hace que, si estás jugando con alguien sin experiencia, seas un poco paciente si se atasca un poco con las reglas y le ayudes en lugar de increparle por retrasar la partida (bueno, el sentido común y la educación). O lo que hace que si alguien se pone a ver porno en su teléfono durante la partida le invites a irse al baño unos minutos y luego vuelva con una mayor capacidad de concentración en los dados (si se ha lavado las manos. Si no, que no toque nada, por dios).

El sentido común es lo que inicia un proceso que, de forma voluntaria o no, crea un ambiente de seguridad. En definitiva, es una herramienta de seguridad. Podría buscar más ejemplos, pero creo que pilláis por dónde voy.

En grupos establecidos de gente que se conoce desde hace años, ese conocimiento, esa confianza es, en sí, una medida de seguridad. La libertad de levantarse de la mesa y marcharse es una medida de seguridad. La libertad de mandar a alguien que se extralimita a la mierda es una medida de seguridad. Las discusiones pre y post partida son herramientas de seguridad.

Pero hay situaciones en las que otras herramientas pueden ser necesarias.

Sin embargo, yo también le veo un problema implícito a la existencia de herramientas de seguridad: implican que hay la posibilidad de peligro o inseguridad y eso puede poner a gente, sobre todo a gente nueva, a la defensiva.

Y creo que ese es el error, entre otras cosas, porque hay herramientas de seguridad, o que se les llama de seguridad, que en realidad son herramientas de prevención. Y otras que son de control de daño. Y otras que son de afinidad y sintonía.

Por lo que me pregunto… ¿Y si en lugar de llamarlas “Herramientas de Seguridad” así a lo loco, las llamamos “Herramientas de Concienciación”?

La concienciación es, de todas a todas, positiva. Es una herramienta que se usa para que la gente tenga conciencia de temas en los que, de normal, no pensamos.

Por ejemplo, si no has trabajado nunca en una cocina de un colegio, igual no tienes el mismo nivel de concienciación sobre la limpieza que pueda tener la persona responsable de la cocina de una guardería.

Eso no te hace una persona guarra, pero sí significa que sabes menos sobre limpieza de cocinas de colegio que alguien que tiene experiencia. Si esa persona te informa sobre algunos de los pasos que se toman en las cocinas, es probable que te sorprendas de la cantidad de cosas que hay que tener en cuenta y, la próxima vez que vayas a una cocina, mires detalles que antes ni pensabas que existían.

Pues eso es concienciación. Pero, adaptémosla al rol y, para eso, voy a dividir las diferentes herramientas en categorías diferentes, todas ellas de concienciación:

Herramientas de prevención

Hacen, literalmente eso, prevenir que alguien se una a una partida que le pueda sentar mal.

Los límites por edad. Creo que esta no hay ni que explicarlas. Como en las películas del cine, pero en rol. Hay partidas que no son adecuadas para gente de una edad por debajo de X, pero si los padres están contentos con que su descendencia pueda tener pesadillas durante unas noches, pues oye…

Aviso de contenido: Por mayores que seamos, hay gente a la que no le mola ver u oír ciertas cosas. Por el motivo que sea: cultural, religioso, político… puede que las descripciones gráficas de violencia, o las sexuales sean problemáticas. Si esos son aspectos de la partida que vas a dirigir, pues oye, mejor que se vayan a jugar otra cosa y no lo pasen mal ni se lo hagan pasar mal a nadie. Si hay tiempo y el DJ tiene ganas, pues ya les dirigirá otra partida con esos temas más suavizados (tampoco es que tenga ninguna obligación, pero está muy guay ser amable con los demás).

Lineas y velos: Esta técnica normalmente se habla durante la sesión cero (vaaaaale. Otro artíííííículo) y consiste en poner sobre la mesa temas que se quieren evitar (líneas) y temas sobre los que se corre un tupido velo (erm… eso… velos). De esa forma sabemos que si va hay una escena sexual, se corre un velo y que cada cual se imagine lo que quiera, mientras que, si hay una escena de violinización, pues eso es una línea y ni se describe.

La lista de consentimiento: Pues es más o menos lo de líneas y velos pero más detallada. Esta es polémica porque la lista puede ser enorrrrrrrme y con cosas que a la mayoría de la gente ni le irá ni le vendrá. Personalmente pienso que hay que adaptar esa lista a cada juego en lugar de hacerla tan extensa que puede ser inútil. También creo que esta lista hay que darla junto con la de descargo de contenidos para que se sepa que hay cosas que no pueden ir en la lista de consentimiento.

Como veis todas estas herramientas (y más que hay, pero en las que no me voy a meter), previenen situaciones incómodas dentro de la partida a futuros.

Herramientas de gestión del conflicto

Aquí entran las herramientas que se ponen en práctica cuando algo sucede de forma imprevista durante una partida que incomoda a alguien más allá del punto que quieren aguantar.

La tarjeta X: Aunque sin lugar a dudas es la más conocida, también es la más polémica porque es una herramienta binaria. No hay puntos medios, no hay forma de dialogo. Y a veces no hay forma de continuar la partida.

El problema con esta herramienta es que se puede usar de una forma maliciosa por parte de alguien que, sencillamente, no esté feliz con la partida. Y esto lo he visto usar en una ocasión en la que alguien decidió que el monstruo final de una partida de un juego de terror no podía estar ahí y sacó la tarjeta X.

Exacto, a la mierda la partida.

Aunque prefiero usarla a no usar nada, prefiero usar otras herramientas.

Tiempo muerto: Aquí cualquier persona alrededor de la mesa puede llamar a un descanso en cualquier momento de la partida. No la termina. En ese tiempo puede evaluar si hablar con quien esté dirigiendo la partida o sobre lo que sea que le da problemas y dialogar si hay alguna forma de darle un formato diferente o si, sencillamente, es mejor que esa persona lo deje un rato hasta que la escena problemática haya terminado y volver más adelante.

A mí esto me parece bastante más civilizado que la tarjeta X, la verdad, pero para gustos, colores.

Herramientas de Sintonía

Para mi estas son las más útiles. Estas herramientas no solo informan sobre los problemas que pueda haber durante la partida, sino que también informan sobre los aspectos de la partida que le confieren la diversión.

El semáforo: Literalmente, rojo, amarillo y verde. Si hay algo que te gusta mucho, verde. Eso indica a todo el mundo que es algo que disfrutas y que te gustaría ver más. Amarillo es que te empieza a incomodar y prefieres que se deje con descripciones más efímeras. Rojo, algo que de veras te incomoda y que puede llegar a que pidas el tiempo muerto.

En mi experiencia, esta funciona muy bien. Es una herramienta bastante democrática que incluso la persona que esté a cargo de la partida puede usar si ve que los personajes hacen cosas que le gusta. Si hay más de una persona que toca el verde pues es un indicativo muy alentador. Si hay más de una que toca el rojo igual es que hay alguien que se está pasando de la raya, que también es posible.

Epílogo

Creo que este artículo deja bastante claro por qué las llamo Herramientas de Concienciación y no de seguridad.

Aunque todas, de una forma u otra, velan por la seguridad de las personas, lo que creo que funciona mejor es elevar nuestro nivel de conocimiento y concienciación para que todo el mundo lo pasa bien.

Es de lo que se trata, ¿no?

Estas herramientas no deberían estar en juego para castigar los gustos de las personas ni sus vulnerabilidades. Esa es una actitud mezquina que no ayuda a nadie.

La concienciación funciona en las dos direcciones: Si hay alguien con algún problema se informará y concienciará sobre lo que le espera. Así mismo podrá informar a quien esté a cargo sobre lo que puede ser problemático para que tome las medidas que considere oportunas.

Qué decisiones se tomen a partir de ahí ya depende de cada persona y grupo y, como esas son tan diversas como grupos hay, no las voy a cubrir en este artículo.

Quizá si encuadramos el tema de la seguridad desde un punto de vista de concienciación podremos hablar de estos temas sin que le parezca a los que nos ven desde fuera que somos una comunidad conflictiva.

¿Qué pensáis?

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